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¿Por qué es necesario incorporar pausas activas en las clases virtuales?

  • Jueves 15 de abril de 2021
  • 10:22 hrs

La alta cantidad de horas sentados frente al computador o la insuficiencia de actividades recreativas puede perjudicar la enseñanza- aprendizaje.

Debido al contexto de la pandemia del Covid-19 docentes y estudiantes permanecen en sus casas realizando teletrabajo o participando en clases en línea. 

La alta cantidad de horas sentados frente al computador o la insuficiencia de actividades recreativas puede perjudicar la enseñanza- aprendizaje. Por esto, es fundamental respetar las pausas o los recreos después de cada clase virtual para retomar con más atención la materia.

“Cuando estamos mucho tiempo frente a una pantalla, por lo general se genera cansancio y además de eso está un elemento muy presente que es la distracción, entonces si tú estableces esas pausas activas o los recreos virtuales, mantienes la atención del estudiante”, aseguró Omaira Golcheidt, doctora en Ciencias de la Educación y asesora curricular del proyecto de Formación Inicial Docente (FID) de la Universidad Católica del Maule.

 

En este sentido, lo que recomienda la académica son 30 minutos de clase. Lo que significa que el alumno estará atento a los contenidos que entrega el docente para luego continuar en casa con el aprendizaje. En este proceso la pausa activa es primordial.

“Por lo general se recomienda entre 5 y 10 minutos, lo máximo porque más de ese tiempo entonces el estudiante o la persona que está en el proceso de capacitación, se distrae y se pierde el hilo conductor de lo que es la academia y del proceso de enseñanza- aprendizaje”, aseguró la experta en educación.

Otro aspecto relevante es que el profesor puede contribuir en el proceso de enseñanza educando al estudiante sobre qué es la pausa activa y la importancia que tiene para el estudio.

“La pausa activa es tu activarte en otro proceso preferentemente que te obligue a levantarte de tu puesto, a caminar a hacer otras cosas y después volverte a incorporar porque o sino el cerebro se queda ahí en la misma situación y no se obliga a estar activo, a buscar otras opciones, a despertarse, a tener interés en el tema que estaban evaluando en su momento. Entonces considero que el docente también debe explicar al estudiante qué debiese hacer en ese proceso y mantenerlo interesado a su clase”, aseguró.

Pausas en clases

Otra forma de incluir estas pausas activas, además de los recreos, es incluir un espacio dentro de alguna clase para compartir y socializar emociones.

“Quizás hacer una clase de contenido más breve y utilizar el inicio o cierre para poder tratar de incentivar en los estudiantes a que tengan un espacio de reconocimiento emocional, saber cómo están. Hacer alguna actividad relacionada con eso, algo lúdico, de juego para los más pequeños, llevar a los más grandes a algo que sea más reflexivo en relación a eso para que de cierta forma podamos aludir a lo que ellos estaban haciendo en presencialidad”, aseguró Bárbara Letelier, psicóloga y asesora curricular del proyecto de Formación Inicial Docente (FID) de la Universidad Católica del Maule.

Respecto a las pausas activas fuera de la clase virtual, la especialista recomendó utilizar ese tiempo para actividades diferentes a las que se estaban realizando.

“Sería importante hacer otra labor, una tarea distinta a lo que vengo haciendo en un largo periodo de tiempo. Esto con el fin de incentivar la concentración y también despegarse un poco del tema de estar siempre conectados a la pantalla, aunque sea en una actividad que al adolescente le pueda gustar, pero es importante esta desconexión, ojalá motivarlos a que puedan hacer alguna actividad en familia, algunos ejercicios, algo breve”, agregó.

Socializar 

Compartir con los demás en situaciones cotidianas para los estudiantes, por ejemplo, ir al colegio, jugar con sus compañeros, entre otras interacciones dentro del aula, ha sido limitado por la pandemia del Coronavirus. Al respecto, se recomiendan usar las plataformas existentes mientras dure el confinamiento para mantener las relaciones sociales, las que son importantes para el ser humano.

“Para los alumnos se puso en pausa la interacción socioeducativa, tanto para sus compañeros como con los docentes. Entonces se hace necesario que, de una u otra forma, mantengan ese vínculo y que evidentemente a través de tecnologías de la información, plataformas digitales puedan de alguna forma tener ese diálogo para que el proceso educativo también sea un poco más armónico”, aseguró Cristian Llévenes, sociólogo y analista de datos del proyecto FID.

Hay otros aspectos que pueden repercutir en la enseñanza-aprendizaje como la parte afectiva, emocional y el entorno en el que está inserto el estudiante, entre otros factores a tener en cuenta.