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Científica de la UCM colabora en investigación mundial sobre plaguicidas y cáncer

  • Lunes 22 de noviembre de 2021
  • 12:44 hrs

La Dra. María Teresa Muñoz Q. es referente científico sobre el estudio de los plaguicidas y sus efectos sobre la salud de las personas.

Gracias a sus importantes aportes en relación al estudio sobre plaguicidas y sus efectos en la salud de las personas, la científica y vicerrectora de investigación y postgrado, Dra. María Teresa Muñoz, colaboró recientemente con el trabajo que desarrolla en la materia la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Sobre esta colaboración, la doctora María Teresa Muñoz, señaló que “para mí fue un gran aprendizaje y experiencia poder compartir de forma intensiva durante ese periodo de tiempo con expertos mundiales en temáticas de exposición a estas sustancias químicas y su asociación con el cáncer. Esta experiencia permite contribuir a las tomas de decisiones para futuras políticas que diversos gobiernos tomen frente a la exposición a estos químicos ambientales y sus efectos nocivos en la salud de las personas. Con mucha humildad agradezco que desde la IARC me hayan seleccionado para colaborar en este importante trabajo colectivo internacional”.

En concreto, la doctora Muñoz Quezada, participó que en el grupo de expertos de IARC Monografías Volumen 130: 1,1,1-Tricloroetano; 1,2-difenilhidrazina; difenilamina; N -metilolacrilamida e isoforona. Además, desde febrero 2021 participó en la revisión de la literatura previa para la monografía, análisis de la información y finalmente en el proceso de clasificación de los 4 químicos industriales junto con los otros expertos internacionales.

En relación a este trabajo, la directora de Investigación de la UCM, Dra. Ingrid Carvacho, destacó que “La utilización de compuestos químicos, como la difenilamina, que está demostrado que son nocivos para la salud de los animales, y que sabemos que se aplican en el país y, particularmente, en nuestra zona ya que ha sido encontrado en la cáscara de las frutas en el Maule, y constituye un peligro y debiera ser tomado en consideración para prohibir su utilización tal como se ha hecho en Europa. Como universidad es un gran orgullo y un reconocimiento al trabajo de la Dra. Muñoz Quezada que haya sido invitada a esta importante actividad científica que esperamos tenga impacto en la toma de decisiones en nuestro país. Felicitamos tanto a la Dra. Muñoz- Quezada como al grupo que desarrolla su investigación en el área de exposición a plaguicidas en el centro CINPSI”, dijo.

De este grupo de químicos industriales, refirió la experta UCM, “personalmente creo que preocupa la difenilamina ya que es un químico sintético que aún se utiliza en la agricultura y está dentro del listado autorizado en Chile para la venta de plaguicidas, ya que es usado para prevenir el escaldado de la fruta. Nosotros, en un estudio del año 2011-2012 realizado en niños de diversos establecimientos educacionales del Maule, encontramos residuos de difenilamina en la fruta que consumían los niños en la escuela. También un informe del año 2017 de la ACHIPIA en Chile evidenció una notificación de difenilamina en frambuesas”, comentó.

Dicho compuesto activo, explicó la científica UCM, “está prohibido para la agricultura en la Unión Europea, y en nuestro país aún se utiliza al igual que otros países americanos. Cabe mencionar también que según el registro de venta de plaguicidas del SAG año 2012 en la única región que se vendió este químico fue en la Región del Maule, por lo tanto, no es extraño encontrar residuos en frutas como manzanas y peras. Por ende, creo que si bien la difenilamina se clasificó en el grupo 2B es decir, posiblemente carcinógeno, ya que no hay estudios epidemiológicos al respecto que comprueben la asociación de exposición a difenilamina y cáncer en humanos, el solo hecho de que existan evidencias suficientes de cáncer en animales de laboratorio genera la base para aplicar principio precautorio en nuestro país y seguir los mismos pasos que en Europa y restringir su uso en la agricultura”, afirmó.

“Este residuo, como dije, se encuentra en la cáscara de la fruta, la vía de exposición es la digestiva, por lo tanto, es relevante no seguir aplicándolo en la agricultura. No podemos esperar un estudio epidemiológico de cohorte o caso control que nos compruebe de que efectivamente es carcinógeno en humanos si ya está probado que, en animales, esto tiene connotaciones éticas y de derecho básico de proteger a la población de este químico en su alimentación”, expuso la doctora Muñoz Quezada.

Revisión crítica de datos

Los expertos revisaron críticamente cuatro tipos de datos en relación a los químicos: las situaciones en las que las personas están expuestas al agente; estudios epidemiológicos sobre cáncer en humanos expuestos al agente (evidencia científica de carcinogenicidad en humanos); estudios experimentales sobre cáncer en animales de laboratorio tratados con el agente (evidencia científica de carcinogenicidad en animales de experimentación); y estudios sobre cómo se desarrolla el cáncer en respuesta al agente (evidencia científica sobre los mecanismos carcinógenos).

“Con respecto al resultado, el 1,1,1-tricloroetano se clasificó como probablemente carcinogénico para los humanos (Grupo 2A) sobre la base de evidencia limitada de carcinogenicidad en humanos (específicamente, para mieloma múltiple) y evidencia suficiente de carcinogenicidad en animales de experimentación. La 1,2-difenilhidrazina, la difenilamina, la N -metilolacrilamida y la isoforona se clasificaron como posiblemente carcinógenas para los seres humanos (Grupo 2B) sobre la base de pruebas suficientes de carcinogenicidad en animales de experimentación”, explicó la Dra. María Teresa Muñoz.

Es Importante mencionar, destacó la experta UCM, que el 1,1,1-tricloroetano se utiliza principalmente como materia prima química en sistemas cerrados y para fines esenciales, como dispositivos médicos y seguridad de la aviación. La 1,2-difenilhidracina se ha utilizado como intermedio industrial, principalmente en la fabricación de tinturas de bencidina. La 1,2-difenilhidrazina también se usa como intermedio en la fabricación de ciertos medicamentos. La difenilamina se utiliza en lubricantes y grasas, fluidos hidráulicos, fluidos para el trabajo de metales, tintes y productos para el tratamiento de textiles, y para producir antioxidantes industriales. Se utiliza en agricultura para prevenir el escaldado en manzanas y peras (aunque está prohibido en la UE, se aplica con frecuencia a la fruta poscosecha en los mercados agrícolas de EE. UU.).

“Las exposiciones ocupacionales probablemente ocurren durante la síntesis y la aplicación agrícola, y la exposición de la población en general ocurre a través del consumo de frutas en ciertos países. La N- metilolacrilamida se utiliza como intermediario en la fabricación de productos químicos y polímeros para adhesivos, selladores, tintas, resinas, pinturas, plásticos y acabados de papel y textiles. Finalmente, la isoforona se utiliza ampliamente como disolvente e intermedio químico en la fabricación de lacas y polímeros a base de vinilo / acetato, tintas y pinturas, agroquímicos, acabados de nitrocelulosa y productos de lavado y limpieza. Se ha medido en numerosos productos a base de polímeros, incluidos envases de alimentos y juguetes inflables para piscinas y otros inflables acuáticos. También se ha detectado en varios alimentos, posiblemente debido a la contaminación por agroquímicos o la migración de los envases”, detalló.

Investigación hoy

Actualmente, la doctora Muñoz Quezada, está pronta a publicar los últimos resultados de la investigación FONDECYT de la intervención en escolares expuestos a plaguicidas en zonas rurales que desarrollamos durante los años 2015-2018. “También estoy colaborando en el proyecto Redes que lidera la Dra. Sandra Cortes de la PUC y colaboro en los proyectos de la Dra. Liliana Zúñiga y Dr. Boris Lucero de la UCM que lamentablemente se han visto suspendidos por la pandemia, pero que prontamente estarán iniciando las mediciones. También trabajo junto al Dr. Juan Pablo Gutiérrez del Doctorado en Modelamiento Matemático Aplicado en generar modelos matemáticos predictivos sobre las intoxicaciones a plaguicidas y efecto en la salud”, refirió.

Además, la vicerrectora UCM colaborando como investigadora en el proyecto ANILLO SOC180040 de la PUCV donde el Dr. Enrique Mundaca y la Dra. Mariana Lazzaro son los principales en la UCM dentro de la temática de relación humano-naturaleza, donde he presentado mi trabajo asociado con las experiencias de las comunidades rurales expuestas a plaguicidas.